El verdadero Puerto Viejo
Escuché aun dormido un ruido que venia a lo lejos, parecía un mono enojado o algo parecido. Me levanté con un poco de resaca, no tenia idea que hora era pero el sol ya empezaba a calentar la habitación.
Salí a la recepción para preguntar la hora (mi teléfono se me descompuso en Monterrey, no tenia como ver la hora ni las maravillas en que te puede ayudar el celular) me dijeron que eran las 10am en punto, eso significaba… que había perdido el recorrido en la OET.
Me bañé y preparé mis cosas, no planeaba permanecer mas tiempo en Sarapiquí. Me dejó pensando mi pago con tarjeta de la noche anterior en aquel bar. El cargo habrá sido en pesos mexicanos…? Fui directo al cajero y lo que temía, 1.124, mi alma se empalideció, me cobraron en pesos mexicanos pensé, las cervezas mas caras de mi vida. Sin pensarlo agarré un taxi y fui directo al bar.
La conversión que hacen de dólares a colones es de 500 Colones por 1 USD, al cambiar en un banco respetan la compra oficial o al menos algo mas cercano.
Pedí hablar con la encargada y ella era un poco mal encarada, le pedí cancelar el cobro que habían hecho y pagaría con dólares, pero me dijo que no se podía. Le habló al dueño y le platiqué mi caso, y me dijo: -no lo puedo hacer desde aquí pero vamos al banco-. Fuimos en su carro y al llegar al banco pasamos a la ventanilla de atención, ellas argumentaban que la terminal no cobraba en otra moneda que no fuera la nacional, Colones. Argumenté: – Yo revisé mi estado de cuenta y tenia 8.124, y hoy solo tengo 1,124. Y al querer sacar dinero me dice fondos insuficientes…
En ese momento mi cara se caía de la vergüenza, el depósito que esperaba y qu epensé se hizo el dia anterior todavía no se había efectuado. Con todo y mi cara de pena me disculpé con el dueño y me despedí preguntándole si le debía algo, me dijo que no me preocupara, una confusión así pasaba.
Regresé a la estación de Caribeños y compré mi tikete directo a Limón. Tenia que esperar una hora antes de que llegara el bus.
Desayuné un casado en un tipo fastfood en la estación, la verdad ese no estuvo tan bueno, de tomar me ofrecieron agua de piña con arroz y agua de Cas (una fruta como la guayaba). El buen viajero quiere conocer las maravillas de cada lugar incluida la gastronomía así que me aventuré por el Cas, imagínense, medio día, después de sufrir la pena de mi vida, con una resaca y sin haber tomado liquido alguno me bebí ese Cas casi de un solo trago, el olor no era el mejor, pero su frescura estaba rica, el sabor era como a fermentado, para mi que ya tenia unos tres días de estar en ese contenedor. Me lo terminé y después pedí un “fresco” de piña con arroz y sabia todavía mas feo, parecía tepache con arroz. Pero quiero aclarar que quizas fue solo es ese lugar porque sabia a añejo.
El Cas es una fruta parecida a la guayaba con el que se hace fresco (asi le dicen al agua de sabor)
De haber sabido solo hubiera pedido medio casado porque era bastante generosa la porción, y el picadillo de calabaza no estaba para nada bueno. Pero ni modo era lo que había pedido y me lo tuve que terminar, cuando se esta de viaje no es conveniente desperdiciar la comida.
Mientras esperaba mi camión platiqué con chica francesa un poco mayor que me platicó parte de su aventura y me sugirió dos hostales en Puerto Viejo, Backpacker y Puerto Viejo Hostel.
Llegó el camión, viajé durante cinco horas hasta pasar por Cahuita que es otra reserva que me dijeron que estaba muy bonito también, no me quedé ahí porque tenia los días muy contados. Pero que es altamente recomendado.
Por fin he llegado a Puerto Viejo
Al llegar a Puerto viejo ya era de noche, me sentía un poco inseguro, la carretera era un poco desolada, hay que aguantar como los machos, seguí adelante hasta que llegamos a una avenida principal en donde estaba la estación, habían mucho comercios abiertos y me sorprendió mucho, muy diferente a donde había estado la noche anterior.
Bajé del bus y por fin me sentía en un lugar diferente, muchos viajeros, personas internacionales, rastafaris, olor a Meri Jane, el ruido de las olas del mar. Caminé tres cuadras hasta encontrar Puerto Viejo Hostel, pregunté ahí si tenían habitación y la privada costaba 20 USD y una compartida costaba 12 USD. Decidí compartir, en realidad ahorrar unos cuantos dólares te pueden servir para la noche y/o al día siguiente.
Era una tipo cabaña de madera, los cuartos estaban hechos de triplay o aglomerado, tenia un ventilador de techo, la cocina comunal estaba bastante amplia, hay todo lo que se necesita para preparar una rica comida, solo tienes que comprar lo que necesitas desde la sal y aceite hasta las cosas que vas a preparar, eso es así en todos los hostales.
Salí a la tienda y como aun no conocía a nadie tuve que comprar algo de comida para mi. Los costos se reducen cuando se cocina entre varias personas y puedes hacer cosas mas elaboradas. Mi primera noche cociné huevos con tocino, y compré un bote de Red Pepper que es como hojuelas de chile y semillas para darle un poco de picor y sabor a la comida porque no acostumbran el picante, solo Tabasco.
Después de la cena que fue como platicar con el Chef Emiliano Ayala pero no tan avanzado. Fui a caminar por los lugares de la zona y me tomé una cerveza en The Lazy Mon, era un lugar que se veía muy popular porque tocaban música reggae en vivo.
Después fui a conocer a las otras personas del lugar, un grupo de viajeros de diferentes lugares del mundo, Francia, Rumania, EEUU, Argelia, Nicaragua, Argentina y ahora México. Juntos fuimos a un lugar muy peculiar en la esquina de la 71 con la 217 donde tenían columpios de madera y música en vivo. Ahí pudimos bailar un poco de bachata y salsa.
Finalmente fue un muy buen día con buenas y vergonzosas experiencias, pero al fin en un buen lugar. Me quedé de ver con Alex al siguiente día a las 7am para visitar las playas de Manzanillo a Cocles. Subí a mi habitación y vi que no había llegado un compañero de cuarto, eso fue bueno, una habitación para mi solo. Buenas noches